La baja en el precio del petróleo hizo caer la rentabilidad de las energías limpias desde el 30% de años atrás, a un 12%.
Menor atractivo de la inversión en energías limpias
La aprobación de la Ley General de Electricidad aprobada en
Guatemala hace diez años permitió un auge en la generación y transmisión de la
energía eléctrica en el país, incluyendo la de fuentes renovables. En los
últimos cinco, se instalaron 28 nuevas hidroeléctricas de más de 5 MW.
Pero según un amplio análisis del sector hidroeléctrico
publicado en Prensalibre.com, “…el interés por nuevos proyectos de esta fuente
alternativa se estancó en el 2015 por la baja de los precios de la energía,
derivados de mayor competencia por el ingreso de nuevos generadores al mercado
local (que incluye hidroeléctricas y otras tecnologías)".
En este sentido, según declaró a Prensalibre.com Carlos Colom,
presidente de la Asociación de Generadores de Energía Renovable (Ager), “…ha
bajado el margen de rentabilidad, pero
sigue siendo atractiva la inversión en energía limpia, porque aún hay espacio
para competencia y la Ley premia la energía más barata”. Roberto Barrera,
gerente de Energía Total, también indicó al mismo diario que “...hasta hace
pocos años, la rentabilidad llegaba a 30%, pero ahora podría estar en 12%”.
El reportaje enumera los retos que tiene el sector, pese a que aún mantiene
oportunidades de inversión. Además de la rentabilidad, el otro gran desafío es
tener confirmado un contrato de compra de energía desde el inicio, de lo
contrario, peligrará la viabilidad comercial de los proyectos.
A ello se unen el periodo de retorno de inversión, que podría demorar hasta 15
años, si cuenta con un contrato de compra-venta de energía, y el financiamiento
para pagar un préstamo de un proyecto hidroeléctrico, cuyas condiciones
actuales lo sitúan en niveles ‘caros’ según los representantes del sector. Incluso
en estos momentos, concluye el artículo, la oferta de capacidad de generación
del país duplica la demanda.