Científicos de EEUU prueban que las Torres Gemelas fueron demolidas
Publicó: Al Manar
Hace 15 años que expertos a sueldo del
gobierno federal de EEUU aseguraron que el derrumbe de las Torres Gemelas y del
Edificio 7 del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001, fue provocado
por los impactos de 2 aviones de pasajeros contra los dos primeros edificios
mencionados.
Pero la prestigiosa European Physical Society no ve las cosas de esa manera.
Esa asociación de los físicos europeos acaba de publicar en su revista,
European Physics News, un artículo firmado por un grupo de científicos,
ingenieros y arquitectos -Steven Jones, Robert Korol, Anthony Szamboti y Ted
Walter-, que denuncia que el derrumbe de esos tres edificios fue un caso de
demolición controlada.
El artículo de estos científicos señala que en agosto de 2002, el Instituto
Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), una institución del gobierno de
EEUU, inició lo que se convertiría en una investigación de seis años sobre el
derrumbe el 11 de Septiembre de 2001 de las dos Torres Gemelas o World Trade
Center (WTC) y el menos conocido colapso del Edificio 7 del WTC, que no fue
alcanzado por ningún avión.
El NIST condujo las investigaciones en base a una premisa: que las caídas de
las Torres Gemelas y del WTC 7 eran los únicos casos conocidos de total colapso
estructural de rascacielos a causa del fuego. Ciertamente, nunca antes del 11-S
se había producido un colapso total de un rascacielos con estructura de acero,
con la excepción del terremoto de México de 1985, que produjo la caída de un
edificio de edificio de 21 plantas, aunque los defectos en su construcción
explican probablemente tal caída.
Los expertos norteamericanos del NIST señalaron tras varios años de
investigación y de posponer sus conclusiones que el fuego causado por la
explosión del combustible de los aviones había provocado el colapso de los
edificios. Sin embargo, quince años después del evento, un creciente número de
físicos, arquitectos e ingenieros rechazan esta explicación.
En primer lugar los edificios con una estructura de acero han soportado grandes
incendios sin caer por cuatro principales razones:
1) Los incendios no generan temperaturas lo bastante elevadas como para
calentar las grandes estructuras hasta el punto de hacerlas colapsar, además de
no durar lo suficiente para ello. Según los datos, en el caso del WTC, el
factor de seguridad era de 3 o mayor, lo que requeriría un calor de 660ºC al
menos para provocar el derrumbe.
2) La mayor parte de los rascacielos tienen sistemas de supresión de incendios
como rociadores de agua, que impiden a aquellos liberar la suficiente energía
como para calentar el acero hasta un punto crítico.
3) Las partes estructurales están protegidas por materiales resistentes al
fuego, que están diseñados para impedir a éste alcanzar temperaturas lo
suficientemente altas para producir un colapso.
4) Los rascacielos con estructura de acero son sistemas altamente resistentes.
De este modo, si se produce un fallo localizado, esto no lleva al colapso de
toda la estructura. A lo largo de la historia, se conocen tres rascacielos que
sufrieron colapsos parciales debido a incendios, pero ninguno de ellos llevó a
un colapso total del edificio. Otro número incontable de rascacielos han
sufrido incendios enormes y de larga duración sin sufrir siquiera colapsos
parciales. Los grandes edificios están también preparados para resistir
terremotos y huracanes. El acero es tanto fuerte y resistente como dúctil y
esto le permite, a diferencia del cemento, resistir las grandes presiones.
Las Torres Gemelas habían sido diseñadas específicamente para resistir el
impacto de un gran avión de pasajeros, como explicó el principal ingeniero de
su estructura, John Skilling, en una entrevista con el Seattle Times tras el
atentado con bomba contra el WTC en 1993. “Nuestros análisis indicaron que el
principal problema sería que todo el combustible del avión entraría en el
edificio y se produciría así un horrendo incendio. Mucha gente moriría”, dijo.
“Sin embargo, la estructura del edificio continuaría allí”. Sin embargo, las
Torres Gemelas sufrieron un total colapso, y no una de ellas, sino las dos y
con muy poco tiempo de diferencia.
Skilling afirmó que el único mecanismo que podría derribar las Torres Gemelas
era una explosión interna controlada. Estas explosiones cortarían las columnas
de acero en una área lo suficientemente amplia como para causar el derrumbe del
edificio. Esta técnica requiere la destrucción, en primer lugar, de las
columnas centrales para hacer que el edificio se derrumbe hacia abajo y hacia
su interior, un fenómeno llamado “implosión”.
El colapso del Edificio 7 del WTC -que no fue alcanzado por ningún avión-
reviste un especial interés porque tiene todos los signos de una implosión. El
edificio de 32 metros (8 pisos) se derrumbó totalmente en 2,25 segundos de
caída libre. Él cayó de una forma simétrica. Su marco de acero se destruyó casi
totalmente y se depositó en la base del edificio. El NIST concluyó, sin
embargo, que el colapso fue causado por incendios. El NIST ignoró todas las
evidencias que refutaban sus conclusiones, ya determinadas de antemano. Ellos
negaron también la caída libre del edificio. Sólo después de ser desafiados por
físicos como David Chandler y Steven Jones, que midieron la caída en vídeo, el
NIST reconoció que se había producido una caída libre en 2,25 segundos.
En lo que se refiere a las Torres Gemelas, numerosos científicos preguntaron al
NIST cuál era la causa de que, según su teoría, las partes bajas de los edificios
no hubieran frenado o ralentizado la caída de las superiores, donde se había
producido el incendio que, según el NIST, había producido el colapso. Su
respuesta fue que era “incapaz de proporcionar una explicación plena sobre el
colapso total de los dos edificios”. Sus computadores no fueron capaces de
replicar una caída igual en base a los datos de la teoría del NIST.
El NIST afirmó que la presencia bien documentada de metal derretido de color
naranja que se ve saliendo de las torres en los siete minutos antes de su
colapso era aluminio del avión combinado con material orgánico, pero, sin
embargo, los experimentos han demostrado que el metal derretido naranja emana
de una “reacción de termita” que se utiliza para debilitar una estructura antes
de una voladura.
A todo ello hay que añadir que 135 testigos afirmaron haber oído o sentido
explosiones antes y durante los colapsos de las dos torres, de tal modo que
ellos atribuyeron de forma inmediata su derrumbe a las mismas. “Yo pensé que
estaba explotando”, dijo John Coyle, un jefe de bomberos.
De este modo, las pruebas apuntan de forma abrumadora que los tres edificios
fueron destruidos por demoliciones controladas. Dadas las implicaciones de este
hecho, es un imperativo moral que se produzca una investigación científica
independiente e imparcial.
http://www.europhysicsnews.org/articles/epn/pdf/2016/04/epn2016474p21.pdf
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